Lunes 26 de septiembre de 2022
¡Buenos días! Hacemos nuestra oración de esta mañana con el siguiente texto del evangelio. Se trata de la parábola de la oveja perdida – (Lc. 15, 1-32)
El enlace para poder ver una adaptación de este texto en dibujos animados es:
En aquel tiempo se acercaban a Jesús los
publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los letrados
murmuraban entre ellos: - Ese acoge a los pecadores y come con ellos. Jesús les
dijo esta parábola: - Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una,
¿no deja a las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que
la encuentra? Y cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy
contento; y al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles:
- ¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido. Os digo que
así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta,
que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. Y si una mujer
tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa
y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, reúne a las
vecinas para decirles: - ¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había
perdido. Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un
solo pecador que se convierta.
EXPLICACIÓN
A Jesús le acusaron mucho sus paisanos
de ser muy blando y acogedor con las personas pecadoras y de mala fama. Y él
explicaba su comportamiento, poniendo ejemplos para hacerse entender. A un
pastor se le perdió una oveja. Y cuando al final del día se dio cuenta, dejó
todo el rebaño recogido y se marchó a buscarla. Y cuando la encontró se llenó
de alegría, la puso sobre sus hombros y la devolvió al rebaño. La misma alegría
hay en el cielo por alguna persona que estando perdida ha sido encontrada.
Jesús dice que él ha venido para encontrar lo perdido.
Pedimos
juntos a Jesús, para que nos ayude a cuidar unos de otros como el pastor cuida
de sus ovejas.