Lunes 21 de noviembre de 2022

 ¡Buenos días! Esta semana en el colegio es una semana especial. En los próximos días celebraremos la fiesta del Venerable Hermano Gabriel Taborin. Vamos a dar gracias a Dios por su ejemplo, por su vida… Gabriel imitó a Jesús y nosotros podemos intentar parecernos a él…

En nuestra oración de hoy vamos a escuchar el evangelio de ayer domingo XXXIV del tiempo ordinario. Abrimos el corazón para escuchar.

  

LECTURA: EL BUEN LADRÓN – (cf Lc 23, 35-43)

Cuando Jesús estaba crucificado, había algunos que se reían de él, y decían: «Si es el hijo de Dios, el elegido, que haga un milagro y se baje de la cruz». También los soldados, le hacían beber vinagre en lugar de agua y le decían: «Anda, si eres tan poderoso, ¿por qué no te salvas a ti mismo?»

Al lado de Jesús había dos ladrones crucificados. Uno de ellos le insultaba también y le gritaba: «Sálvate tú y sálvanos a nosotros, si eres el Mesías». Jesús no contestaba, pero el otro ladrón interrumpió al primero y le mandó callar: «Anda, cállate, que nosotros estamos aquí porque hemos actuado mal, pero Jesús es un hombre justo». Entonces le dijo a Jesús: «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino». Jesús le miró con cariño, y le dijo: «Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso».

Y en medio de todo el dolor y el sufrimiento, Jesús y el buen ladrón se hicieron amigos.

 

 

REFLEXIÓN:

Imagina una situación en la que alguien se ha reído de ti, o de alguno de tus amigos. ¿Cómo te has sentido? Quizá incluso te hayan entrado ganas de pelearte.

Ahora piensa en la reacción de Jesús: Sintió mucha tristeza, pero no eligió pelear, sino que dedicó unas palabras de cariño al buen ladrón: hoy estarás conmigo en el paraíso. Eligió la compasión por encima del otro.

¿Por qué se hizo Jesús amigo del buen ladrón? Porque reconoció lo que había hecho mal. A nosotros a veces nos cuesta hacerlo. Jesús elige ser amigo de los que piden perdón, de los que son sencillos.

 

Terminamos este tiempo de oración rezando juntos PADRENUESTRO…