Lunes 20 de marzo de 2023
¡Buenos días y feliz semana! Proponemos como oración del día de hoy un vídeo sobre el evangelio de ayer del domingo, Curación de un ciego de nacimiento (cf. Jn. 9, 1-41). Os invitamos a verlo (o leerlo en el siguiente texto adaptado) con los alumnos en clase:
Jesús
siempre sorprendía a los maestros de su época. Por ejemplo, muchos pensaban que
si alguien tenía una enfermedad se lo merecía, que sería un castigo de Dios por
algo que él o sus padres hubieran hecho mal. Por eso les decían que, si estaban
enfermos, que se aguantasen.
Pero
Jesús no. Jesús curaba a la gente. Como ocurrió con un hombre que era ciego
desde su nacimiento. Jesús lo vio pasar, y lo llamó. Tocó barro con la saliva,
lo untó en sus ojos y le dijo que fuera a lavarse en una poza del lugar. Y
cuando lo hizo, recuperó la vista.
Los
maestros de la ley estaban furiosos. No entendían nada. Por eso se enfadaron
con el ciego, diciendo que lo que contaba era mentira, que no estaba ciego
antes, y lo echaron de la sinagoga. Pero Jesús lo encontró y le dijo: «Mira, no
les hagas caso. Yo te he curado con el poder de Dios, ¿lo crees?» Él dijo:
«Claro que lo creo». Y le dio un fuerte abrazo.
REFLEXIÓN:
- ¿Crees que tú no puedes curar a
nadie? Seguro que puedes ayudar con una palabra amable, una sonrisa, un abrazo…
Esa es una gran manera de cuidar.
- Piensa en alguien que necesite
tu ayuda y que puedes hacer por él… (darle un abrazo, regalarle un dibujo, una
sonrisa…) Cada vez que hacemos esto, estamos más cerca de ese Reino, del que
hablamos en el Padrenuestro.
Terminamos rezando juntos…
Padrenuestro…