Martes 19 de septiembre de 2023
Observa
cómo es tu respiración: agitada o serena, corta o profunda, regular o
irregular… Respira intentando que cada vez, tu respiración sea más tranquila…
Cierra los ojos y concéntrate en el recorrido del aire en tu interior: cómo
entra, te llena… y cómo lo expulsas… Poco a poco trata de que cada vez sea más
profunda, más lenta... Respira llenando de aire el abdomen y el pecho. Expulsa
el aire, muy despacio. Repítelo, lentamente otras tres veces…
Mantén
tus ojos cerrados y concéntrate en todos los sonidos y ruidos que llegan de
fuera: unos pasos, una puerta que se cierra, el ladrido de un perro a lo lejos,
los pájaros… Poco a poco, empieza a prestar atención a los sonidos de dentro…
quizás oigas el latido de tu corazón… o simplemente el sonido que hace tu
cuerpo al respirar… Lentamente, vuelve a escuchar los sonidos de fuera… Sigue
así, respirando tranquilo unos instantes…
Abre
los ojos, al mismo tiempo que estiras los brazos hacia delante… Lentamente
mueve los hombros de arriba abajo…
Para la oración de esta
mañana proponemos un trocito de la película “EL PRINCIPITO”, en el que nos
recuerda que lo esencial es invisible a los ojos.
REFLEXIÓN
- Nos
recuerda la importancia de lo pequeño, de lo que no se ve (los sentimientos,
las emociones, los lazos que unen a las personas). Eso es lo que se ve con el
corazón.
- Damos
gracias a Dios por lo que es de verdad importante y vemos con nuestro corazón
(podemos decirlo en voz alta)
Terminamos con la oración del
Padrenuestro