Martes 24 de octubre de 2023

 

¡Buenos días! Comenzamos la mañana en el Nombre del Padre y el Hijo y del Espíritu Santo.

Hoy proponemos comenzar con la siguiente relajación. Se trata de un breve instante para, después, en el momento de la oración, mantener nuestra atención plenamente… Mientras la hacemos, podemos poner música tranquila de fondo…


 

Hacemos silencio, escuchamos la música, nos sentamos con la espalda en el respaldo, el cuerpo relajado, las manos sobre las rodillas, los ojos cerrados o en un punto fijo y respiramos profundamente sintiendo como entra y sale el aire… lentamente… (dejamos unos instantes). Imaginamos un punto central en nuestro interior, podemos cerrar los ojos si no lo hemos hecho antes. Puede estar en el ombligo, o más arriba, incluso cerca del pecho. Ahí hay mucha energía, fuerza. Nos llevamos el dedo a ese punto y vamos notando que cada vez hay más fuerza; hacemos círculos con el dedo y notamos que cada vez hay más fuerza, y que se extiende por nuestro interior (seguimos haciéndolo durante unos instantes, mientras escuchamos la música). Dejamos la mano de nuevo en la pierna. Continuamos respirando hondo y lento… Sentimos que estamos llenos de fuerza y energía. Seguimos con los ojos cerrados, mientras escuchamos la música unos momentos…

 


Proponemos, después de estos momentos de relajación, hacer esta mañana la siguiente oración:  Se puede leer primero individualmente, después, repetir en voz alta la frase que más les ha gustado y terminar leyéndola entera en voz alta todos juntos.

 

Dame, Jesús, el don de la alegría,


la alegría que llena de luz el corazón.

Dame, Jesús, el don de la alegría,

que llena de sonrisas,

de abrazos y de besos,

el encuentro con los amigos.

Dame, Jesús, el don de la alegría,

para que la contagie

a los que están cerca.