Martes 31 de octubre de 2023

 

¡Buenos días! Comenzamos la mañana en el Nombre del Padre y el Hijo y del Espíritu Santo Hoy proponemos comenzar con la siguiente relajación. Se trata de un breve instante para, después, en el momento de la oración, mantener nuestra atención plenamente… Mientras la hacemos, podemos poner música tranquila de fondo…


 

Buscamos una postura en la que nos sintamos cómodos… Cerramos los ojos… Respiramos profundamente por la nariz, inflando como un globo la tripa... Luego, exhala suavemente por la boca, sintiendo cómo se desinfla el globo. Repite esto varias veces, imaginando que inhalas calma y exhalas preocupaciones. Tranquilos y escuchando la música…

Mientras seguimos respirando, estiramos los brazos hacia adelante con las palmas hacia abajo. Ahora, con la mano derecha, agarra suavemente el pulgar de la mano izquierda y exhala. Suelta el pulgar y toma el siguiente dedo, inhalando y exhalando. Continúa hasta que hayas relajado todos los dedos de ambas manos.

Cierra los ojos y piensa en un lugar especial donde te sientas tranquilo y feliz. Puede ser una playa, un bosque o tu lugar favorito. Imagina cómo se ve, cómo suena y cómo se siente estar allí. Tómate un momento para disfrutar de esa sensación de tranquilidad…

Levanta tus brazos hacia arriba y estira todo tu cuerpo como un gato desperezándose.

Luego, inclina suavemente tu cuerpo hacia un lado y luego hacia el otro, como una hoja que se mueve en el viento… Regresa a una posición recta y respira profundamente.


Terminamos con esta oración. Se puede leer primero individualmente, después, repetir en voz alta la frase que más les ha gustado y terminar leyéndola entera en voz alta todos juntos.



Jesús, gracias por hacerte niño.

Tú estás en los niños como yo.
Te hiciste amigo de los más pobres.
Yo quiero parecerme a ti siempre,
compartiendo todo lo mío
con mis amigos y mi familia.
Te pido por todos los niños.
Ayúdales, Jesús.
Yo también te echaré una manita
para ayudar a los que pueda.

 



 Mañana miércoles, celebramos la fiesta de Todos los Santos. En esta fiesta recordamos a todas las personas que, desde el comienzo del mundo hasta hoy, han vivido con amor y cariño para todos, esforzándose por hacer felices a los demás. Esos son los amigos de Dios. Y le damos gracias a Dios en este día por todo el bien que a través de ellos hemos recibido.