Miércoles 11 de octubre de 2023
¡Buenos días! Hoy
proponemos comenzar con la siguiente relajación. Se trata de un breve instante
para, después, en el momento de la oración, mantener nuestra atención
plenamente… Mientras la hacemos, podemos poner música tranquila de fondo…
Cerramos
los ojos y sentamos buscando una postura cómoda... Respiramos hondo y
comprobamos como entra y sale el aire por la nariz y por la boca. Se les pide
que respiren profundamente, con los ojos cerrados…
Una
vez que se van relajando, les pedimos que, imaginen que tienen un limón en una
de sus manos y que tienen que tratar de sacarle todo el jugo… Concéntrate en tu
mano y en tu brazo, en cómo aprietas mientras intentas sacarle todo el zumo…
aprieta fuerte. Ahora deja caer el limón. Nota cómo están tus músculos cuando
se relajan… Vamos a coger otro limón, pero lo vamos a exprimir con más fuerza
que antes, muy muy fuerte... Mira qué tensos tienes la mano y el brazo. Ahora
déjalo caer. Vamos a coger otro limón más, pero ahora tenemos que exprimirlo
con mucha más fuerza que antes… Aprieta fuerte, más fuerte, que no quede nada…
Ahora, vuelve a soltar el limón. Vuelve a notar qué tu mano y tu brazo, qué
relajados y qué a gusto están…”.
El
proceso se repite con la otra mano… Seguimos respirando unos instantes más.
Finalmente, se les preguntará cómo se han sentido.
Tenemos nuestro
momento de oración esta mañana con el siguiente texto. Se puede leer primero
individualmente, después, repetir en voz alta la frase que más les ha gustado y
terminar leyéndola entera en voz alta todos juntos.
Jesús,
quiero ayudarte
a construir el Reino.
Ayúdame a vivir
como tú nos enseñas.
Que ayude siempre a los demás,
que respete a todos
y los trate bien.
Que aprenda a perdonar
y no guarde
rencor.
Que sepa compartir
y dar de corazón.
Enséñame a rezar.
Ayúdanos a querer a todos
Que cada día te ayude
para que crezca en el mundo
la semilla de tu Reino.