Miércoles 13 de diciembre de 2023

 

¡Buenos días! Antes de comenzar la oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional... ¿Cómo te sientes hoy?

Comenzamos la mañana en el Nombre del Padre y el Hijo y del Espíritu Santo.

Hoy proponemos comenzar con la siguiente relajación. Se trata de un breve instante para, después, en el momento de la oración, mantener nuestra atención plenamente… Mientras la hacemos, podemos poner música tranquila de fondo…

 

Observa cómo es tu respiración: agitada o serena, corta o profunda, regular o irregular… Respira intentando que cada vez, tu respiración sea más tranquila… Cierra los ojos y concéntrate en el recorrido del aire en tu interior: cómo entra, te llena… y cómo lo expulsas… Poco a poco trata de que cada vez sea más profunda, más lenta... Respira llenando de aire el abdomen y el pecho. Expulsa el aire, muy despacio. Repítelo, lentamente otras tres veces…

Mantén tus ojos cerrados … Imagina que eres una tortuga. Estás ahí sentada, sobre una roca, muy a gustito. Relajándote muy tranquila y muy feliz en un lugar fantástico. Hace sol y calor, hay un estanque muy cerca de ti. Te sientes muy cómoda y feliz…

De pronto… ¿qué pasa? No lo sabes bien, pero sientes que estás en peligro, sientes miedo. ¡Tienes que esconderte! ¡Mete tu cabeza en el caparazón! Lo haces muy lentamente llevando tus hombros hacia tus orejas, con la cabeza entre los hombros, así, bien escondida, muy protegida.

Ya está… no hay peligro, sal lentamente de tu caparazón, no tienes nada que temer. Vuelve a relajarte tumbada al sol, siente sus rayos sobre tu cara. Vuelve a disfrutar plácidamente del paisaje… Siente tus hombros que ya no están tensos, tu cuello también relajado, estás muy cómoda… Repite este ejercicio tres veces…

Escucha la música mientras sigues respirando profundamente. Abre los ojos… ¿Cómo te has sentido?

 

Proponemos hacer este momento de oración de la mañana con este texto Se puede leer primero individualmente, después, repetir en voz alta la frase que más les ha gustado y terminar leyéndola entera en voz alta todos juntos.

  

 Falta poco tiempo


para que vuelvas a nacer entre nosotros, Jesús.

Quiero vivir esta Navidad

con el amor de la Virgen María,

que hizo caso a lo que Dios le pedía.

Quiero vivir esta Navidad

con la confianza de José.

Quiero vivir esta Navidad

con muchas ganas

de que nazcas en mi corazón.

Amén