Lunes 15 de enero de 2024

 ¡Buenos días! Antes de comenzar la oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional... ¿Cómo te sientes hoy?


¡Buenos días a todos y feliz comienzo de semana!

Hoy realizamos nuestra oración con el evangelio de ayer, segundo domingo del T.O., ciclo B.

El tiempo ordinario es el tiempo litúrgico más largo del año y en él aprendemos a descubrir a Jesús desde la vida cotidiana. En este evangelio vamos a descubrir como muchas personas comienzan a descubrir quién es Jesús después que Juan le bautizara.

Podemos hacerlo viendo la siguiente animación de la lectura evangélica: 


 

LECTURA: BUSCAR Y SEGUIR A JESÚS (cf. Jn. 1, 35-42)


 

Había dos de los discípulos de Juan que eran muy inquietos. Un día que estaban con Juan,  pasó Jesús a lo lejos. Entonces Juan lo señaló, les miró y les dijo: «Tenéis que seguir a este, porque es el Elegido de Dios». Ellos, aunque querían mucho a Juan y les daba pena marcharse, le hicieron caso y se fueron por el camino detrás de Jesús.

Cuando llegaron a su altura Jesús se dio la vuelta y les preguntó: «¿Qué queréis?» Ellos no sabían muy bien cómo responder. Entonces, uno le preguntó: «Maestro, ¿dónde vives?» Jesús les dijo: «Es mejor que vengáis conmigo, y lo veréis».

Ellos se pusieron muy contentos, y se fueron con él, y ya a partir de entonces no se separaron. Nunca se olvidaron de aquel momento, y se lo fueron contando a otros amigos suyos, como Simón Pedro, que también decidió seguir a Jesús.

 

  

REFLEXIÓN:

- Jesús está deseando que las cosas salgan mejor, y que pongamos de nuestra parte para que sea así. Puedo encontrar a Jesús dentro de nuestro corazón, disfrutando de estar con nuestra familia y con nuestros amigos.

- También está en la naturaleza, cuando la contemplamos y la vemos preciosa.

- Y a veces también le podemos encontrar en los que necesitan nuestra ayuda.

- Siempre va a estar contento de que queramos ser sus amigos, como hace años lo fueron otros.

  

Terminamos juntos rezando la siguiente oración (una persona lee y los demás repetimos, al final de cada frase, te sigo, Jesús)

 

Cuando pienso en los demás y no solo en mí… Te sigo, Jesús.

Cada vez que demuestro a alguien que le quiero… Te sigo, Jesús.

Si te escucho y aprendo de ti… Te sigo Jesús.

Cuando admiro lo bonita que es la naturaleza… Te sigo, Jesús.

Cuando siento que estás conmigo… Te sigo, Jesús.

Si comparto lo que tengo con quien más lo necesita… Te sigo, Jesús.