Lunes 22 de abril de 2024

 

¡Buenos días! Antes de comenzar la oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional... ¿Cómo te sientes hoy?


¡Buenos días! Hoy realizamos nuestra oración con el evangelio de ayer, cuarto domingo de Pascua. En este evangelio Jesús nos recuerda lo mucho que nos quiere y nos cuida… Tanto como el Buen Pastor, que incluso, conoce a las ovejas por su nombre. Podemos ver la lectura a través del siguiente enlace: 



LECTURA: EL BUEN PASTOR (cf. Jn. 10, 11-18)

Jesús hablaba a sus discípulos con imágenes que tomaba de lo que veía cada día. Así lo entendían fenomenal. Un día les dijo: «Yo soy el buen pastor». Ellos se quedaron pensando, porque los pastores tampoco eran muy populares entre los judíos. Pedro le miraba con cara de no entender. Así que Jesús se puso a explicarles lo que quería decir: «Veréis, ¿a qué entendéis la diferencia entre los buenos y los malos pastores? El buen pastor da la vida por sus ovejas. No es como el mal pastor, que se preocupa menos. Cuando viene el lobo, el mal pastor se escapa y deja a las ovejas en peligro, porque solo se preocupa de sí mismo. Pero el Buen Pastor conoce a cada una de las ovejas por el nombre, y se preocupa por ellas, y si tiene que arriesgar su vida para defenderlas, lo hace». Los discípulos ya iban entendiendo un poco mejor lo que quería decir Jesús. Entonces les dijo: «Pues yo soy como ese buen pastor. Porque me preocupo de cada persona, la conozco por su nombre, y quiero entregar mi vida por cada uno. No solo por unos pocos. Por cada uno. Ese es el encargo que me ha hecho mi Padre Dios».

 


 

REFLEXIÓN

Jesús para explicar algunas cosas usaba comparaciones o ponía ejemplos de modo que quienes le escuchaban le entendían muy bien. Por ejemplo, un día para hacerles saber cuánto quería a sus amigos y a todos les dijo: Yo soy un pastor bueno que cuida de sus ovejas, las defiende de todos los peligros, las acompaña en todo momento y las lleva donde puedan comer pastos frescos y beber aguas limpias. Yo soy un pastor bueno que vive todo el día dedicado a su rebaño y que está dispuesto a dar la vida por el bien de sus ovejas.

 

Terminamos este momento de oración dando gracias por sentirnos tan amados por Dios. Rezamos juntos PADRENUESTRO…