Viernes 24 de mayo de 2024

 

¡Buenos días! Hoy proponemos comenzar con la siguiente relajación. Se trata de un breve instante para, después, en el momento de la oración, mantener nuestra atención plenamente… Mientras la hacemos, podemos poner música tranquila de fondo: 

 


Cerramos los ojos y respiramos profundamente… Nos sentamos con la espalda recta, las piernas paralelas y los pies en el suelo. Extiende las manos sobre tus rodillas. Sentimos cómo entra el aire al inspirar y como sale al espirar…

Abre la boca y saca la lengua lo más lejos posible, poco a poco relájala. Respira hondo… Repite este ejercicio lentamente tres veces más… (esperamos unos instantes entre este y el siguiente ejercicio)

Inclínate hacia delante, intentando tocar la mesa con la nariz, y poco a poco eleva de nuevo el tronco. Repítelo lentamente varias veces…

(esperamos unos instantes entre este y el siguiente ejercicio)

Baja el mentón hasta tocar el pecho… Aguanta en esta posición unos instantes, y suavemente súbelo. Repite de nuevo el ejercicio.

Inspira profundamente y expira muy despacio. Después seguimos unos instantes tranquilos mientras escuchamos la música… abrimos los ojos, y estiramos nuestros brazos. Finalmente, se les preguntará cómo se han sentido.



 

 

Terminamos la semana con esta oración a nuestra madre, María. Una persona leerá lo escrito en minúsculas y todos respondemos diciendo juntos la frase en mayúsculas. Al terminar, el que quiera puede decir en voz alta a qué quiere que le ayude María.

 

AYÚDAME MARÍA

María, querida madre.


Quiero pedirte

por mi familia

para que todos estén bien.

 

AYÚDAME MARÍA

A ser más bueno cada día.

A ayudar en mi casa,

a no pelear

con mis hermanos y amigos.

 

AYÚDAME MARÍA

A respetar a todos

y no contestar mal.

Acompáñame siempre en toda mi vida.

¡Que así sea, María!