Lunes 3 de junio de 2024
¡Buenos días! Antes de comenzar la oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional... ¿Cómo te sientes hoy?
¡Buenos
días y feliz semana! Hoy estrenamos último mes del curso. Apenas nos quedan
unas semanas de clase para poder disfrutar de unas merecidas vacaciones después
de, seguro, haber realizado un intenso trabajo. Nuestra oración de hoy está
dedicada al evangelio de ayer, festividad del Corpus Christi. En ella
celebramos que Jesús se quedó con nosotros en el pan y el vino, en la
Eucaristía. Podemos hacer una lectura adaptada del
evangelio de ayer o lo podemos ver a través del siguiente enlace:
LECTURA: INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA (cf. Mc.14, 12-16.22-26)
Los judíos tenían sus fiestas,
como nosotros, que celebramos los días especiales y comemos juntos. Una de esas
fiestas era la Pascua. Era para recordar que Dios los había ayudado a salir de
Egipto, con la ayuda de Moisés.
Jesús envió a dos de sus
discípulos para hacer los preparativos para esa fiesta. Ellos lo hicieron así.
Entonces, una noche, Jesús y los
discípulos se juntaron a celebrar la Pascua. Estaban contentos. Comieron,
cantaron, y charlaron. Hubo un momento muy especial. Jesús tomó en sus manos un
trozo de pan, lo bendijo y se lo dio, mientras les decía: «Tomad, esto es mi
cuerpo». Luego levantó una copa, dio gracias a Dios y se la pasó, diciéndoles:
«Esta es mi sangre, derramada por todos».
Los amigos de Jesús estaban
impresionados. Se daban cuenta de que les estaba dando una lección muy
especial. Esa fue la última cena de Jesús con sus discípulos.
REFLEXIÓN
Jesús y sus amigos celebraban la
Pascua y por eso estaban riendo, cantando, comiendo… A nosotros nos pasa igual…
Cuando estamos a gusto no nos queremos ir a casa… lo mismo les pasó a los
amigos de Jesús aquella noche. Seguro que cuando Jesús les dijo que era la
última vez que cenaban juntos, se pusieron muy tristes… Pero Jesús les promete
que estará con ellos para siempre, y que cada vez que celebren, se va a quedar
con ellos y con nosotros en la comunión. Por eso la eucaristía es una fiesta
para celebrar que Jesús se queda con nosotros.
Terminamos este momento de oración rezando juntos PADRENUESTRO…