Viernes 14 de junio de 2024
¡Buenos días! Hoy proponemos
comenzar con la siguiente relajación. Se trata de un breve instante para,
después, en el momento de la oración, mantener nuestra atención plenamente…
Mientras la hacemos, podemos poner música tranquila de fondo:
Nos sentamos... Es bueno tener la espalda recta, la cabeza erguida, colocar
las piernas paralelas y los pies apoyados en el suelo. Colocamos las manos
cruzadas sobre el pecho. Relajamos los hombros, la cara… Cerramos los ojos y
respiramos profundamente… Sentimos cómo entra el aire al inspirar y como sale
al espirar…
Percibimos los sonidos lejanos que llegan desde la calle… Intentamos
percibir otros más cercanos, del pasillo… de otras clases… Permanecemos unos
instantes escuchando.
Dejamos de lado los sonidos y centramos la atención en el aire fresquito
entra por la nariz en cada inspiración.
Nos damos cuenta de que la respiración cada vez es más lenta. Ponemos
nuestra atención en las manos, que están sobre el pecho… Intentamos notar las
palpitaciones del corazón.
El educador pasea por la sala y va colocando su mano relajada sobre el
hombro de cada niño, durante 3 segundos, transmitiendo calma y seguridad.
Después, permanecemos inspirando y espirando durante algunos segundos.
Cuando terminamos de realizar la respiración comentamos si nos hemos sentido en
calma.
Hoy vamos a hacer una oración de
acción de gracias. En el ambiente tranquilo que hemos creado con la relajación,
pedimos a cada uno que piense por qué le gustaría dar gracias a Jesús. Una vez
lo tengan pensado, lo dicen en voz alta y todos nos unimos a su acción de
gracias diciendo: GRACIAS JESÚS.