Lunes 9 de septiembre de 2024

 

¡Buenos días! Antes de comenzar la oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional... ¿Cómo te sientes hoy?

¡Comenzamos con nuestra oración! Para algunos hoy es el primer día de este nuevo curso 2024/25. Vamos a hacer nuestra oración dando gracias a Dios por el tiempo de descanso, por las vacaciones que hemos disfrutado, y comenzamos la mañana escuchando una adaptación del evangelio de ayer, domingo XXIII del T.O. Antes de escuchar os invitamos a respirar lenta y profundamente.

 

LECTURA: ANTES DE HABLAR, ESCUCHAR (cf. Mc. 7, 31-37)

 En Jesús iba de ciudad en ciudad. Un día le trajeron a un hombre enfermo. No solo estaba sordo, sino que tampoco podía hablar. Le pidieron a Jesús que le sanase. Él apartó a la gente a un lado. Le metió los dedos en los oídos, y le tocó también la lengua. Y dijo: «Ábrete».

En el mismo momento empezó a oír y a hablar. Estaba muy contento. La gente también estaba admirada. Jesús no quería que lo dijeran por ahí, porque si no, la gente, en lugar de escuchar su enseñanza, solo iba a estar pendiente de los milagros. Pero, claro, ¿quién se calla algo así? Ellos no podían dejar de contarlo, y decían a quien quería oír: «Todo lo ha hecho bien, hace oír a los sordos y hace hablar a los mudos».

 

Hemos empezado con la rutina de cada día, y siempre, con nosotros, estás Tú.

Nosotros no somos sordos ni mudos. Pero necesitamos abrir nuestros oídos para comunicarnos con los demás. También necesitamos estar en silencio para escuchar en nuestro interior a Jesús.

Le pedimos a Jesús que abra nuestros oídos con esta breve oración:

El profe puede leer las frases en cursiva y respondemos juntos ABRE SEÑOR MIS OÍDOS.

para escucharte a ti cuando me hablas desde dentro y seguirte donde tú me lleves: ABRE, SEÑOR, MIS OÍDOS

…para escuchar la naturaleza que has creado y respetarla como fuente de la vida: ABRE, SEÑOR, MIS OÍDOS

…para escuchar las necesidades de los que viven situaciones injustas, y así poder ayudarles: ABRE, SEÑOR, MIS OÍDOS

…para escuchar a mi familia y estar dispuesto a colaborar en casa: ABRE, SEÑOR, MIS OÍDOS

…para escuchar a los mayores, respetarles y aprender de su experiencia: ABRE, SEÑOR, MIS OÍDOS

…para escuchar a mis amigos y compartir con ellos sus tristezas y alegrías: ABRE, SEÑOR, MIS OÍDOS