Martes 24 de septiembre de 2024
¡Buenos días! Hoy proponemos comenzar con la siguiente visualización. Se trata de un breve instante para, después, en el momento de la oración, mantener nuestra atención plenamente… Mientras la hacemos, podemos poner música tranquila de fondo…
Muy pausadamente y adecuando nuestro tono de voz, les pedimos que imaginen
una luz blanca luminosa, brillante, preciosa… nos ilumina en la zona del
corazón (ponemos ahí nuestra mano). Notamos su calor… Vemos como esa luz se va haciendo cada vez
más grande. Ilumina también nuestra tripa, el pecho, el cuello, las piernas, la
cara, los pies, el pelo…
Notamos que es una luz agradable, nos gusta… Ahora, imaginamos a nuestra mamá, a nuestro papá o a nuestros hermanos o hermanas… A alguien que queramos mucho de nuestra familia… Le imaginamos iluminado con esa gran luz que sale nuestro corazón… Seguimos respirando profundamente mientras sólo escuchamos la música unos minutos más.
Vamos a hacer ahora una pequeña oración. En ella vamos a tener hoy presentes a nuestros papás. Podemos pedir a Jesús por ellos, diciendo su nombre en voz alta.
Después, podemos pedir
a Jesús que les cuide, que les quiera… Si alguno quiere puede hacer en voz alta
su petición. Todos respondemos: Te lo
pedimos Jesús.
Terminamos rezando juntos Padrenuestro…