Miércoles 8 de enero de 2025

¡Buenos días! Antes de comenzar la oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional... ¿Cómo te sientes hoy? 

¡Feliz Año Nuevo! Bienvenidos de nuevo al colegio. Después de celebrar con alegría el nacimiento de Jesús junto a nuestros familiares, regresamos al colegio. Queremos seguir creciendo como personas y como amigos de Dios, construyendo nuestra vida junto a las demás personas.

Hace dos días, celebrábamos el día de los Reyes. En ese día no solo son importantes los regalos… Celebramos que Jesús es alguien importante para todos -también para los de muy lejos como los sabios de Oriente- y no sólo para algunos pocos como creían los judíos. A veces, muchos que vienen de lejos nos dan lecciones a los de cerca. Ellos sí que encontraron en Jesús al rey que buscaban. ¡Felices y afortunados! Vamos a comenzar el año con el evangelio de ese día.

 Adoración de los Magos - Mateo 2, 1-12



 


Cuando Jesús nació en Belén, unos magos de oriente llegaron a la capital, Jerusalén, y preguntaban: «¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella, y nos ha guiado hasta aquí». Ellos se referían a Jesús, claro, pero a Herodes, que era el rey de entonces, le molestó mucho que pudiera haber otro rey. Pero, para que no se le notase el enfado, les dijo a los magos que siguieran adelante, y si se enteraban de algo, que le avisaran, para ir él también a ver a ese rey de los judíos. La verdad es que Herodes solo quería saberlo para acabar con él.

Los magos siguieron su camino, y la estrella les llevó hasta Belén. Allí, en un establo, encontraron a María y José, y al niño en un pesebre. Inmediatamente se dieron cuenta de que ese niño era especial, se pusieron de rodillas y le ofrecieron lo que traían, que eran los regalos que se hacen a los reyes: oro, incienso y mirra. Después se echaron a dormir. Dios, en sueños, les dijo que ni se les ocurriera volver a donde Herodes, así que ellos se marcharon por otro camino a su casa.

  

REFLEXIÓN:

- Lo más importante es que venidos desde cerca y desde lejos, todos quieren encontrarse con Jesús.

- En cuanto lo vieron, los magos descubrieron que el niño era especial y le dieron los regalos que se suelen hacer a los reyes (oro, incienso y mirra). Sintieron que Jesús era alguien a quien debían conocer. Por eso preguntaron por Él.

- Imaginamos cómo sería esa visita… Los tres reyes caminando durante días y siguiendo una estrella. A nosotros también en todo lo que hacemos Jesús nos cuida, nos guía y está deseando que le visitemos.

- Hoy nos acordamos de nuestros regalos de reyes, pero también de Jesús y de todos los niños del mundo.

 

Terminamos este momento de oración rezando juntos PADRENUESTRO…