Viernes 30 de mayo de 2025
¡Buenos días! Comenzamos como cada viernes, con un momento que nos invita a la calma, a parar y centrarnos.
Siéntate con la espalda recta, el cuerpo relajado y las
manos apoya suavemente sobre las rodillas. Cierra los ojos y, a continuación,
va a respirar juntos unas cuantas veces.
Imagina un lugar tranquilo un bosque lleno de flores, árboles… Es un día
soleado y se nota el calor sobre nuestro cuerpo. Nos sentimos muy bien. Imagina
que notas ese calor, el olor de las flores, el sonido de un río que pasa cerca…
Seguimos respirando. A continuación, nos imaginamos la
cara de nuestras madres. Las vemos a nuestro lado en ese bosque. Vamos de la
mano con ella. De pronto nos detenemos. Imagina que está sonriendo y que os
dais un abrazo…. Seguidamente di en silencio: “Espero que seas feliz y pases un
día maravilloso”.
Seguimos paseando, cómodos y a gusto. Y en medio del bosque, nos encontramos con María, que también nos toma de la mano. Nos sentimos seguros con María a un lado y nuestra mamá al otro. Damos un abrazo a María. Sin abrir los ojos, escuchamos la siguiente canción a María:
Una vez escuchada la canción hacemos la siguiente oración.
Una persona la lee en voz alta y nos unimos repitiendo juntos la frase en
mayúsculas. Terminamos este mes de mayo rezando juntos Dios te salve, María…
Gracias, Jesús,
por todo lo que hace mi mamá.
Cuídala mucho y quédate con ella.
¡GRACIAS, SEÑOR, POR LAS MAMÁS!
Recuérdale que tú la quieres,
y que nunca está sola,
porque tú la acompañas.
¡GRACIAS, SEÑOR, POR LAS MAMÁS!
Gracias por darme
una mamá buena,
como la tuya, María.
