Lunes 16 de junio de 2025
¡Buenos días! Antes de comenzar la oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional... ¿Cómo te sientes hoy?
¡Buenos días! Tenemos a la vista el verano y las vacaciones. En unos días podremos disfrutar del merecido descanso para el que tanto nos hemos esforzado durante todo el curso. Aunque esto nos llena de alegría, seguro que también tenemos algo de tristeza porque nos separaremos durante unas semanas de todos nuestros compañeros y amigos… ¿Nos separaremos también de nuestro amigo Jesús?...
Eso no va a pasar, y, de todas
formas, el propio Jesús se encarga en el Evangelio de ayer de explicarnos de
qué manera le tenemos que recordar… Leemos la adaptación del Evangelio de ayer,
fiesta de la Santísima Trinidad.
Un día Jesús les quiso contar
a sus discípulos cómo es Dios. Pero ya les advirtió: “Esto es un poco difícil
de entender. A lo mejor no podéis comprenderlo todo ahora”. Entonces les
prometió que, para que lo entendieran del todo, un día les mandaría su
espíritu, y lo llamó el Espíritu de la Verdad. Y les prometió que ese Espíritu
les comunicaría lo que hay en el corazón de Dios. Se lo explicó como
mostrándoles un camino: “Lo que está en el corazón de mi Padre, también está en
el mío, porque todo me lo cuenta. Y yo se lo cuento al Espíritu. Y el Espíritu
os lo transmitirá a vosotros”: Y así, al hablarles del Padre, del Hijo y del Espíritu,
les enseñó cómo es Dios.
REFLEXIÓN:
-
El amor es parte de la vida, y decirnos que nos queremos es tan importante, que
Dios también nos dice lo mucho que nos quiere.
-
Mirad, cuando más se alejaban las personas del mundo de Dios, Él pensó en
enviar a su Hijo para que volvieran a acercarse a Él. Y Jesús nos prometió que
no nos dejaría nunca solos: el Padre, el Hijo y el Espíritu… Los tres junto a
nosotros, porque los tres son Dios.
- Damos gracias a papá Dios por
querernos tanto. Rezamos unidos el Padrenuestro…