Martes 30 de septiembre de 2025

 ¡Buenos días! Comenzamos la mañana en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Como cada día, nos preparamos para dedicar este primer momento del día a nuestro amigo Jesús, y lo hacemos con una técnica que nos ayude a estar más atentos.

Podemos poner música tranquila de fondo:


 

 Coloca tus manos juntas frente a tu corazón, como cuando rezas... Cierra los ojos y siente el calor de tus manos... Respira profundamente, inspirando y expirando lentamente… y nota como tus manos están tranquilas... Ahora separa un poquito tus manos, pero mantenlas muy cerca... Siente el espacio entre ellas... Imagina que entre tus manos hay una luz muy suave... Una luz que es el amor de Dios... Junta otra vez tus manos y siente ese amor... Sepáralas un poquito... júntalas... Cada vez que las juntas, sientes más cerca el amor de Dios...

Seguimos respirando con nuestras manos cerca del corazón... Poco a poco abrimos los ojos manteniendo las manos juntas. Seguimos unos instantes más, en silencio, respirando profundamente mientras escuchamos la música…

 

Hoy proponemos la siguiente oración. En ella pedimos a Jesús que nos ayude a confiar más en Él:  a pedirle ayuda cuando tengo miedo, cuando estoy triste… Proponemos que una persona lea la oración y todos nos unamos a ella repitiendo en voz alta la frase en negrita.

 

Jesús,

ayúdame a tener más confianza en ti.

 

A veces, tengo miedo, por eso…

Jesús, ayúdame a tener más confianza en ti.


A veces, me siento débil, por eso…

Jesús, ayúdame a tener más confianza en ti.

 

A veces, pierdo la esperanza, por eso…

Jesús, ayúdame a tener más confianza en ti.

 

A veces, siento tristeza, por eso…

Jesús, ayúdame a tener más confianza en ti.

 

Porque si creo que tú me acompañas,

el miedo siempre será seguridad;

la debilidad, fortaleza;

y la tristeza, alegría.